¿Porque no nos podemos hacer cosquillas a nosotros mismos?

Si nos hacemos cosquillas a nosotros mismos, nuestro cerebro controla los gestos que provocan esta sensación. Por lo tanto, no hay necesidad de "alarma". Atenúa la sensación de cosquillas y no provoca ni risas ni gritos. El cerebro disminuye del mismo modo todas las reacciones provocadas por nuestros propios gestos.